miércoles, 23 de noviembre de 2011

Presentación

Ante los avances vertiginosos del conocimiento, constituye un factor de gran importancia la formación y actualización permanente de las personas mediante la educación a distancia en su modalidad virtual. En tal sentido, se asume el proceso de aprendizaje a través del enfoque de los cursos en línea, como alternativa que responde a las necesidades de capacitación y perfeccionamiento de quienes tienen limitaciones en cuanto al acceso de sistema educativo regular. De acuerdo con Méndez (2011) es “…un sistema educativo alternativo para fortalecer la educación continua y enfrentar las demandas (formación, capacitación y actualización profesional), el incremento de estudiantes y los costos altos que requiere el sistema educativo convencional.” (p. 2) Se trata de un tema que requiere de espacios de reflexión, dadas las implicaciones que tiene tanto para el desarrollo de los individuos como para el contexto en el cual están inmersos. La calidad de ese proceso depende en gran medida de la evaluación de los aprendizajes, pues “es un sistema de control que permite establecer la eficacia del hecho educativo”, (Chadwick y Rivera, 1991, p. 41) que contribuye a dilucidar sus metas y objetivos fundamentales, así como, determinar la evolución del aprendizaje de los participantes.
Lo anterior es posible si la evaluación se ejecuta desde una perspectiva ética, en la que los juicios emitidos por el profesor sean congruentes con un comportamiento ubicado dentro de los parámetros de la moral. Aranguren (1997) afirma que “(...) la función del juicio ético consiste en modificar los sentimientos y el comportamiento para armonizar de este modo las acciones de las gentes...” (p. 244). No obstante, la evaluación es objeto de críticas por el uso y abuso irracional que de ella se ha hecho (Álvarez, 2001). La praxis evaluativa de los docentes en los entornos virtuales, debe proporcionar a los participantes la ayuda para mejorar su aprendizaje. Así lo denota Bélair (2000):
¿Cómo podremos entonces abrirles el mundo a los alumnos enseñándoles a ser, a hacer, a conocer y a vivir juntos a pesar de las diferencias si, la evaluación, núcleo de toda acción educativa, frena, e incluso impide en su mayor parte la adquisición de tales aprendizajes?. (p. 9)


Las investigaciones llevadas a cabo en relación a la práctica de la evaluación de los aprendizajes han evidenciado que la misma se realiza de manera errónea, que está afectada de las patologías más diversas, lo que la hace disfuncional y desequilibrada (Martín, 1997). En tal sentido, el estudio de este problema resulta relevante en atención a su influencia en la calidad del proceso de aprendizaje, especialmente en los cursos bajo la modalidad en línea. La evaluación es un valioso recurso para la gestión del conocimiento de los participantes y debe convertirse en un instrumento clave para optimizar el aprendizaje.
Por lo tanto, el propósito de la presente investigación es proponer lineamientos éticos que orienten la praxis de la evaluación de los aprendizajes de los cursos en línea que se administran en la Universidad Nacional Experimental “Simón Rodríguez”, Núcleo Apure. Por lo tanto, el estudio se fundamentó en el uso de las TICs en la educación, la teoría humanística de Carl Rogers, la evaluación negociada de la 4ta generación, las teorías éticas de Aristóteles y Kant y la axiología.

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